Esfera 4 La Misericordia (Kjesed)

La tríada superior del Árbol de la Vida está formada por las esferas de La Corona, La Sabiduría y El Entendimiento. Son de un nivel muy abstracto, tratándose en realidad de tres aspectos del inicio de la creación. Para que se diera nacimiento a la creación, es necesario que se produjera un brusco descenso de la energía. Sin embargo, dado el elevado nivel de la primera tríada, se produce un abismo que requiere de una fuerza especial para ser traspasado. Esta fuerza está representada por una esfera invisible en el Árbol, llamada «Conocimiento» (Daath). Es la esfera del devenir, siendo sus elementos principales la percepción, la aprehensión y la conciencia. Es móvil y por ésta, entre otras razones, no se le representa.

Traspasado el abismo, el «velo que cubre el santuario», aparece la primera manifestación creativa que podemos concebir. Esto es lo que representa la cuarta esfera, La Misericordia.

Esta esfera, ubicada en el centro del Pilar de la Misericordia, es equilibrada por la esfera de La Fuerza, que se encuentra en el lado opuesto del Árbol. La Misericordia es emanada por El Entendimiento y emana a La Fuerza. Podemos imaginar que la energía de cada esfera, al ser activada al máximo, desborda dando nacimiento a la siguiente.

Es el aspecto anabólico de la creación. Preserva y protege equilibrando lo destructor de La Fuerza. Es anabólico (análogo a la ingestión y asimilación del alimento para transformarlo en tejidos orgánicos). Se contrapone a la esfera de La Fuerza que es catabólica, encargada de eliminar todos los deshechos.

Esta esfera representa el momento en que todo lo abstracto comienza a realizarse, lo que estaba en potencia, comienza a hacerse acto.

Así operamos en la esfera de La Misericordia cuando a partir de una abstracción damos comienzo a la idea de una nueva actividad. Por ejemplo, frente a un sitio vacío, eriazo, deseamos construir una casa. Contemplamos el terreno imaginando cómo será la casa, sus habitaciones, jardines, estructura, vías de acceso, vehículos, personas que podrían habitarla y visitarla, relaciones con la comunidad, etc. De modo que todo trabajo creador es posible debido a mentalidades e inteligencias que operan en función de esta Esfera.

La mayoría de los seres humanos aún no ve más allá de la conciencia racional. Es decir, actúa en la décima Esfera (El Reino) y no en la cuarta.

En la Esfera «La Misericordia» se aprehenden los conceptos abstractos, que están destinados a concretarse a la luz de la experiencia. La mente o inteligencia divina formula ideas arquetípicas para que la sustancia de la creación pueda tomar forma.

Si queremos convertirnos en creadores, debemos mentalizar primero las ideas abstractas, alimentar nuestra mente con pensamientos simientes, lo que permitirá que comiencen a tomar forma en el mundo. Esta es la gran diferencia de quienes tienen éxito y son conductores de la humanidad del común de la gente. La gran masa sigue a unos pocos que son los líderes: éstos tienen claros sus objetivos y los visualizan en su mente primero, a la perfección.

El Sepher Yetzirah menciona a esta Esfera como la «Inteligencia Cohesiva». Es decir, es la esfera de la organización de los recursos superiores para equilibrar la creación por el bien común. También es llamada la «Inteligencia Receptiva».

Esta Esfera representa el inicio de la manifestación en el mundo de la forma, emanando desde aquí los delineamientos del mundo. En consecuencia, esta es la Esfera de los maestros espirituales.

La Misericordia se refleja en La Gloria, a través de la Esfera de La Belleza. Para que la consciencia humana pueda elevarse de la forma a la fuerza, tiene que descender lo abstracto de la fuerza a la forma. Así, la energía provocada por el adepto en sus meditaciones hace descender la Misericordia, pasando por el centro del equilibrio (la Esfera de La Belleza) hasta La Gloria, esfera donde adquiere formas mentales comprensibles para la consciencia humana. De esta manera es posible conectarse con los Maestros Ascendidos sin proyecciones de la propia personalidad del meditante. Expertos en estas prácticas, como los Maestros Espirituales o guías, pueden ayudar a encontrar la manera de conseguirlo pronto. Esta es la correcta y elevada manera de contactarse con los Maestros, a su nivel, en la propia consciencia exaltada, en la misma Inteligencia Cohesiva.